Considero
que todos estaremos de acuerdo, estemos o no involucrados en el sector
educativo, que la educación es el pilar del desarrollo social y económico de un
país. A pesar de ello, cada año nos topamos con la triste realidad que el sistema
educativo mexicano sigue teniendo muchas deficiencias, las cuales se ven
reflejadas en los resultados de las pruebas nacionales e internacionales, en la
deserción escolar, en la carencia de habilidades lectoras y de razonamiento matemático
en los alumnos que finalizan la secundaria, la falta de capacitación de los
profesores, los problemas de drogas y pandillerismo que se viven las escuelas, el
fracaso de los estudiantes al presentar el examen para ingresar a la
preparatoria, entre otras situaciones que se viven a diario.
De
igual manera, se debe resaltar que la educación es uno de los medios para
lograr la igualdad social. Aunque esta igualdad aun no es posible lograrla
debido al rezago en temas como la alfabetización, deserción y escolaridad aún registran
desigualdades entre las entidades federativas, así como de la modalidad escolar
(pública o privada), o si se encuentra en zonas rurales o urbanas e incluso
dentro de una misma ciudad se pueden apreciar estas diferencias, como es el
caso de la ciudad de Cancún.
Para
atacar las anteriores deficiencias, en cada
sexenio el Estado implementa las políticas públicas en educación, y en otros ámbitos,
estas se elaboran mediante un diálogo
entre los distintos actores involucrados, así como de las demandas y presiones
de la sociedad, y la realidad educativa que se vive. Conviene señalar que, de acuerdo
a lo establecido por la Ley de Planeación, cada gobierno está obligado a
realizar al principio de su mandato, un Plan Nacional de Desarrollo en el que
se fijen los objetivos, metas, estrategias y prioridades, se asignen recursos,
responsabilidades y tiempo de ejecución, se coordinen acciones y se evalúen resultados
(Ley de Planeación, 1983, artículos 3º y 21º). De este modo, los programas
nacionales de educación constituyen documentos en los que se fijan las
políticas, mecanismos y acciones en la materia.
Con el
fin de conocer las diferencias en las políticas educativas se realizará una
pequeña reseña de lo establecido de cuatro gobiernos en los periodos de 1982 al
2006.
El
Plan Nacional de Desarrollo (PND) propuesto durante la administración de Miguel
de la Madrid (1982-1988), establecía para el sector educativo tres propósitos
principales: promover el desarrollo integral del individuo y de la sociedad
mexicana, ampliar el acceso de todos los mexicanos a las oportunidades educativas,
culturales, deportivas y de recreación, y mejorar la prestación de los
servicios en estas áreas. Derivado del PND, se elaboró el programa sectorial
denominado Programa Nacional de Educación, Cultura, Recreación y Deporte
1983-1988. Dicho programa consideraba que las causas del rezago educativo en
México eran: lo precario de los servicios educativos en zonas deprimidas, la
marginalidad económica y social, el desuso de la lectura y la escritura y la
insuficiencia, en épocas pasadas, de los servicios educativos, particularmente
los de nivel primario (Conde,1998).
El
programa del gobierno salinista para el sector educativo, denominado Programa
Nacional para la Modernización Educativa 1989- 1994 (PNME) tiende a la “sociedad
del conocimiento, la competitividad basada en los avances científicos y
tecnológicos, el uso de las nuevas tecnologías de la información y la
comunicación” (Trujillo, 2000 )
El
Programa de Desarrollo Educativo 1995-2000 (PDE), planteado por el gobierno de
Ernesto Zedillo (1994-2000), consideraba la educación como un factor
estratégico del desarrollo, que hace posible asumir modos de vida superiores y
permite el aprovechamiento de las oportunidades que han abierto la ciencia, la
tecnología y la cultura de nuestra época (Poder Ejecutivo Federal, 1996). Los
propósitos fundamentales que animaron el PDE eran la equidad, la calidad y la
pertinencia de la educación. El programa intentaba ampliar en forma creciente
la cobertura de los servicios educativos para hacer extensivos los beneficios de
la educación a todos los mexicanos, independientemente de su ubicación
geográfica y condición económico-social.
El
Programa Nacional de Educación 2001-2006 (PNE), elaborado por la administración
foxista, reconocía, en primer lugar, que los avances alcanzados hasta
entonces por el sistema educativo mexicano habían sido insuficientes para
enfrentar los retos que el crecimiento demográfico y el desarrollo cultural, económico,
social y político planteaban al país. También se admitía que la educación
nacional enfrentaba tres grandes desafíos: cobertura con equidad, calidad de
los procesos educativos y niveles de aprendizaje e integración y funcionamiento
del sistema educativo (Poder EjecutivoFederal, 2001).
Al
describir la evolución histórica de las políticas educativas se pone de
manifiesto las discontinuidades y rupturas entre una administración y otra, y en
ocasiones dentro de una misma, la lucha de intereses entre los diferentes
actores que pueden ser partidos políticos, los gobiernos estatales y
municipales, las dependencias, el Sindicato Nacional de los Trabajadores de la
Educación (SNTE), entre otros. Algunas de las estrategias planteadas son
retomadas en administraciones posteriores, sin embargo no siempre son aplicadas
con éxito.
Otro
problema que enfrentan las políticas educativas mexicanas, es la distribución de
los recursos económicos que en ocasiones se van perdiendo en el camino de la
burocracia y no llegan a las escuelas que enfrentan una gran deficiencia. Otro claro
ejemplo son las becas educativas que algunas veces no son otorgadas a personas
que en realidad las necesiten.
Un
factor que se debe considerar es la evaluación, la cual debe constituir una
base de información que conduzca a los distintos actores involucrados en el
proceso educativo a diseñarlas políticas y líneas de acción para el mejoramiento
de los resultados
Referencias
bibliográficas
LEY DE PLANEACIÓN (1983) ,
artículos 3º y 21º
CONDE, Carola (1998):
La educación de adultos vista como política pública, en Documentos de
Investigación, n.º 27. Zinacantepec: El Colegio Mexiquense
PODER
EJECUTIVO FEDERAL (2001): El Programa Nacional de Educación 2001-2006 México:Presidencia
de la República
TRUJILLO,
Leoncio Laiz (2000): Políticas educativas de México 1934-2006. Universidad
Autonoma Veracruzana
Elena:
ResponderEliminarEs cierto, es urgente darle continuidad a las polícas educativas que , previamente evaluadas, consten su eficacia y efectividad. sin embargo, como los evaluadores son los gobernanes en turno, lo más probable es que no reconozcan los aciertos de sus antecesores.sin embargo,los gobiernos de los estados juegan ahora un papel más decisorio que antes y pueden mantener determinados programas y su continuidad en esas entidades federativas.el papel de los maestr@s puede ser crusial para avalar determinados programas educativos que han probado su efectividad y beneficio a la sociedad.
Aún que no lo señalas, en tu trabajo se pueden distinguir las partes de un ensayo pero, no estas de más señalarlas(introducción, desarrollo y conclusiones),además , lo más importante es tomar una postura crítica e imaginativa para opinar sbre el tema de estudio, mientras mas argumentos mayor porfundidad.Buen trabajo, gracias.