domingo, 5 de agosto de 2012


LAS UNIVERSIDADES TECNOLÓGICAS EN MÉXICO

Introducción

 El subsistema de las universidades tecnológicas surgió en el año de 1991 como propuesta de las políticas educativas del presidente Carlos Salinas de Gortari (1988-1994),  la característica central de la política educativa durante el periodo salinista fue el calidad, que se adaptara a los cambios económicos que requería el país en el contexto de las transformaciones mundiales marcadas por el libre mercado de la “modernización” del sistema escolar. El Programa para la Modernización Educativa programó de manera prioritaria la  conformación de un sistema de mayor, por lo que era prioridad aumentar de manera rápida la producción e industrialización en México para competir con otros países.

Las Universidades tecnológicas son organismos públicos descentralizados de los gobiernos  estatales y sus funciones principales son: ofrecer estudios con mayores oportunidades de empleo y una mejor inversión educativa pública y familiar; ofrecer carrera que respondan a los requerimientos tecnológicos y organizativos de la planta productiva de bienes y servicios; contribuir a la modernización de la planta productiva acorde con los avances científicos y tecnológicos.

Las universidades tecnológicas iniciaron sus actividades con tres planteles ubicados en: Aguascalientes, Tula-Tepeji y Netzahualcóyotl. Actualmente se cuenta con 66 planteles instalados en todo el país.

Desarrollo

La Secretaría de Educación Pública diversificó la educación superior para otorgar mayores oportunidades a los jóvenes de contar con un titulo universitario y poder introducirse al campo laboral, por tal motivo este subsistema tiene oteos atributos que la educación tradicional (licenciatura) no cumple.
El primer atributo que identifica a las universidades tecnológicas es la intensidad, es decir, la optimización del tiempo,, recursos y esfuerzos a lo largo del proceso de enseñanza-aprendizaje. Se acorta el tiempo de estudios significativamente en comparación de una licenciatura que se cursa en 5 años y un técnico superior se forma en tan solo 2 años.

Esta diferencia de tiempo se ha traducido en fuertes críticas hacia los programas de estudio, ya que el tiempo no es suficiente para cubrir las competencias: “saber”, “saber ser” y “saber hacer”. La formación integral de los estudiantes se ha dejado de lado, no cuentan con una formación cultural, deportiva, artística y de valores ni las bases del conocimiento. Su formación se enfoca en el “saber hacer”, en la habilidad de aplicar los conocimientos de manera mecánica, pero sin un entendimiento teórico del proceso.

Dicho proceso de formación beneficia al modelo económico neoliberal, ya que forma mano de obra “barata” porque el gobierno y los patrones se ahorran la inversión de los recursos humanos a costa de formar seres humanos no integrales y solo máquinas de trabajo que aumenten la producción y las ganancias económicas.

El segundo atributo es la pertinencia la cual es la respuesta funcional y organizativa para vincularse con el mercado laboral y el sector productivo, esto es llamativo para los jóvenes pertenecientes a los segmentos sociales desfavorecidos porque les garantiza una inversión menor en su educación y su inclusión inmediata al campo laboral teniendo ingresos económicos para aspirar a una mejor calidad de vida.

Actualmente, al tener altos índices de desempleo y una economía inestable, la inclusión al campo laboral ya no está garantizada y la competencia por los puestos vacantes es muy fuerte. La desventaja de los técnicos universitarios superiores es su especialización, no pueden diversificar sus ocupaciones a comparación de un licenciado que puede trabajar en varias ramas afines  a su perfil académico lo que les abre mayores oportunidades de empleo. Otro punto importante son la diferencia de sueldos que reciben, en general, un licenciado tiene mayores ingresos que un técnico.

El tercer atributo es la continuidad que se refiere a poder proseguir con estudios de licenciatura, ingeniería o alguna especialización en escuelas públicas o privadas. Esto es una ventaja para los técnicos superiores porque les da la oportunidad una mayor preparación académica. Sin embargo las dificultades en las equivalencias de los estudios en otras instituciones ha representado un obstáculo para los jóvenes. En los inicios del subsistema era casi imposible la revalidación, actualmente existe mayor facilidad, pero no se ha cubierto en su totalidad la continuidad de estudios.

El cuarto atributo es la polivalencia, es decir, el dominio de conocimientos y habilidades comunes a varias áreas afines que permitan adoptar nuevas tecnologías y adaptarse a distintas formas de trabajo dentro de su nivel de competencia. Como se ha comentado en atributos anteriores, la formación de los técnicos superiores no es integral, por lo tanto no son capaces de desarrollar una actitud participativa con un enfoque científico y participativo, entonces este atributo no se cumple en la realidad.

Por ultimo el atributo de la flexibilidad se refiere a la revisión y adaptación continua de los planes y programas de estudio para que estén de acuerdo a las necesidades del sector productivo, además de permitir el paso fluido de los estudiantes entre distintas instituciones y así cumplir con el atributo de la continuidad.

Si las universidades tecnológicas cumplieran adecuadamente con los cinco atributos descritos anteriores tendrían una operación de calidad, sin embargo a sus 19 años de creación se han encontrado varios errores en el  funcionamiento de este subsistema por lo que su operación no ha sido al cien por ciento.

De los 66 planteles que existen solo 8 planteles trabajan con su mayor capacidad en matricula, los demás planteles de los 2000 a 3000 lugares solo se ocupan 1200 lugares, lo anterior refleja el poco éxito de las universidades tecnológicas porque solo el 3 % de los estudiantes están registrados en este subsistema.

Otro problema que ha contribuido a estas cifras es la apertura de universidades que ofrecen licenciatura en menor tiempo, 3 años, y con titulación automática peo estos programas de estudio no alcanzan a formar a los estudiantes de manera integral pero tampoco les ofrecen la especialización de una universidad tecnológica, lo que se traduce en un bajo nivel académico y competitivo de los profesionales en México, lo que repercute de manera directa en la economía y desarrollo del país.

Conclusión

Para entender porque a pesar de ser una atractiva oportunidad para muchos jóvenes no es un subsistema que cuente con la total aceptación de la sociedad, entre los puntos que pueden explicar este rechazo se encuentran primeramente la “tesis culturalista” es decir, se  tiene la idea que para “ser alguien en la vida” o tener cierto estatus social se debe ser licenciado o ingeniero, por lo que los jóvenes que tienen la posibilidad de pagar sus estudios de licenciatura se inclinan por esta opción.

Por otro lado, la calidad de las universidades tecnológicas se ha mermado porque al requerir aumentar la matricula han hecho mas sencillo su proceso de selección e ingreso, aumentando así la aceptación de estudiantes que han tenido un fracaso escolar en otros subsistemas y que no garantizan un buen aprovechamiento escolar.

Las universidades tecnológicas requieren forzosamente un buen nivel de infraestructura, equipos y materiales que garanticen la adquisición de las habilidades que los estudiantes aplicarán en el campo laboral. Sin embargo es triste ver que en el país existe un retraso científico y tecnológico que retrasa el conocimiento y desarrollo. O bien no todos los planteles cuentan con las mimas oportunidades.

Otro punto que influye en la toma de decisión de los estudiantes es el atributo de intensidad, para algunos es un punto a favor, pero para otros es un obstáculo porque no les da la oportunidad de dedicarse a otras actividades deportivas o culturales o en su defecto a trabajar y estudiar al mismo tiempo para poder costear sus estudios.

Mi opinión sobre las universidades tecnológicas es que solo parchan el desarrollo momentáneo de México, pero no garantizan los recursos humanos innovadores y emprendedores que necesita el país para dar el salto de un país en vías de desarrollo a un país de primer mundo. No podemos permitir que nuestra calidad educativa este por debajo de los estándares internacionales cuando vivimos en un mundo totalmente globalizado.

No podemos formar seres humanos como un componente agregado de producción, un recurso capacitado y maleable que se tenga que adaptar a la burocracia y la economía que solo beneficia a un grupo privilegiado. No podemos seguir siendo esclavos de Estados Unidos, la prioridad del gobierno debe ser formar directivos y profesionales y no solo ocupaciones intermedias, debemos apostar por las universidades públicas que formen licenciados, ingenieros y posgrados enfocados al desarrollo  científico y tecnológico.

                                                         

Referencias bibliográficas
Flores Crespo Pedro (2009) Trayectoria del modelo de universidades tecnológicas en México  (1991-2009) en cuadernos de trabajo de la Dirección General de Evaluación Institucional. México: UNAM, pp-1-31
flores Crespo

Los posgrados en México

La educación constituye un motor importante para el desarrollo de la economía de un país, ya que al tener recursos humanos con una mayor preparación se asegura el progreso de las actividades productivas, tanto del sector público como privado y el impulso de los avances científicos y tecnológicos que permitirán al país ser competitivo en un mundo globalizado.

Para llegar a tal objetivo se necesita un alto nivel de formación profesional de la población con el impulso a la educación en general, y el apoyo a los niveles de posgrado en especial. El posgrado implica la formación educativa más especializada en un área del conocimiento, una formación que permita al estudiante incrementar sus habilidades y experiencia investigativa.

Una primera clasificación del posgrado está dada a partir de su régimen, público o privado. En los últimos años las instituciones privadas han incrementado su demanda ya que ofrecen mayores alternativas a las personas que ya se encuentran en el campo laboral, como son los posgrados en línea o los fines de semana.

Otra clasificación es de acuerdo a su orientación hacia la profesionalización o hacia la investigación. De acuerdo a la calidad los posgrados en México se encuentran tres tipos: Los programas de excelencia avalados por el CONACYT y sometidos a continua evaluación; los programas normales que están aprobados oficialmente y ofrecen una formación sólida con un programa forma y los programas cuya formación de estudiantes es superficial.

La problemática y los retos de los posgrados son primeramente de presupuesto, debido a que la economía mexicana es fluctuante el % del PIB varia según las prioridades de cada sexenio. Otro problema relacionado es el de la infraestructura disponible que es insuficiente, inadecuada y desigual, lo que no permite proporcionar las condiciones, materiales e instrumentales indispensables para la realización adecuada de las distintas actividades que se desempeñan en los posgrados, como docencia, investigación, divulgación del conocimiento.

La realidad es que el estudio de un posgrado no siempre garantiza mejores condiciones laborales y por lo tanto mejor calidad de vida, debido a la economía neoliberal que tiende a contratar mano de obra sin tanta preparación académica que le genere menor inversión en sueldos y prestaciones.